dissabte, 12 de maig del 2012

Sry Lanka

Caminando por la orilla, pisando la arena y salpicando agua, bajo el sol abrasador. Detrás, voy dejando el rastro de mis pisadas, una dulce cenefa que la espuma de las olas va borrando poco a poco. El mar, de un azul plagiado del cielo, me susurra palabras desde el horizonte. Parece que me está gritando, pero yo, cegada por el sol del sur, no lo escucho. Hace rato que el agua no llega a mojarme los pies. De repente, oigo gritos, llantos, corridas. Abro los ojos, y me quedo atónito mirando cómo el mar se está comiendo el cielo.