dilluns, 6 de juny del 2011

Decepción


Simplemente soy incapaz de entenderlo. Pero qué diablos les pasaba por la cabeza. Cómo podían acostarse por las noches, al lado de sus esposas, que alguna vez demostraron haber tenido sentimientos por ellas, y lo que es más frustrante, cómo diablos conseguían dormir, e incluso soñar algo bonito. De dónde sacaban las fuerzas para levantarse de su cómoda cama e ir a almorzar, junto con sus queridos hijos, a los cuáles protegerían hasta morir. Cómo alguien puede vivir así consigo mismo. Cómo es posible que creyeran todas esas mentiras. Cómo pudieron obedecer a un absoluto enfermo. Cómo puedes seguir con tu vida, cuando cada día eres el responsable de cientos de muertes, cuando ves a esos cuerpos esqueléticos y desnudos, haciéndoles pensar que son inferiores a ti y que a lo mejor sí son animales. No sentir nada cuando algunos saltan del precipicio después de haber subido los tres cientos malditos escalones con una piedra de cuarenta quilos como mínimo, o quedarte ahí parado cuando ellos creían que sólo iban a darse una ducha de agua fría. Y entonces te das cuenta que la estupidez humana ha llegado a un grado culminante y colosal. Piensas si seremos capaces de aprender de este gravísimo error, pero comprendes que la muerte de tantas personas no ha sido suficiente para asimilar que todos somos iguales y que todas las vidas tienen el mismo valor. Soy consciente de mi ingenuidad, la realidad me fustiga cada mañana al despertar.
                                                                                              Mariona Rodríguez
http://www.youtube.com/watch?v=ZpA0l2WB86E

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