Mi abuelo me enseñó a amar la vida. Cuando me veía llorar me gritaba. Llorar es demasiado fácil, me decía, sonríe y no dejes que nadie te arrebate esas lágrimas, nadie las merece. Ríete a carcajadas siempre que puedas, que es una forma de prolongar tu existencia. No seas estúpido, y no pierdas el tiempo enfadándote con tus seres queridos. Aprende, cuanto más cosas mejor, así tendrás más experiencia para compartir. Recuerda siempre aquellos buenos momentos, que son el motivo por el cual la vida vale la pena. Cuando alguien de tu alrededor muera, no lo sientas. Si lo sientes, es que no le has dicho te quiero las veces que deberías haberlo hecho. No huyas de tus miedos, afróntalos. No dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, si tienes un sueño, protégelo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Es tu vida, y es tu responsabilidad vivir cada día como si fuese el último. Si lo haces, cuando mueras vas a ser feliz. Habrás tenido una vida plena.
Mi abuelo me decía siempre que la vida es un largo viaje de búsqueda, un viaje de búsqueda de la felicidad. Siempre me decía que el no amó la vida, que desaprovechó su oportunidad, y que se sentía imbécil por ello. Que la vida es un tesoro, y vivir intensamente es su llave.
Mariona Rodríguez
http://www.youtube.com/watch?v=5FEgkMe50rQ
Mariona Rodríguez
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